Dice el refrán que «al mal tiempo, buena cara», pero lo cierto es que a más de uno esto se le hace algo difícil. Son varios los estudios que aseguran que el mal tiempo afecta a nuestro estado anímico. Todo tiene un por qué.
Documentos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos indican que la luz del sol estimula la producción de la serotonina, hormona relacionada con los procesos bioquímicos de la felicidad. La serotonina es clave para la regulación del humor, por ello los días lluviosos tendemos a sentir tristeza, apatía o falta de energía.
«La verdad es que aquí llueve y parece que es el fin del mundo»
Los sevillanos también lo han notado. La ciudad está más que familiarizada con el sol, pero no tanto con las nubes que han protagonizado las últimas semanas: «Siento que mi ánimo es mejor con el sol porque con la lluvia está todo súper oscuro y no me dan ganas ni de salir de la cama», nos cuenta una chica.
Muchos están desesperados. Sevilla no está acostumbrada a ennegrecer su cielo durante tantos días seguidos. «Llevamos toda la semana sin parar. ¡No puedo más!», bromeaba una joven. Eso sí, parece que el sol se asoma de vez en cuando.
A algunos no les afecta tanto. «La verdad es que aquí llueve y parece que es el fin del mundo. De repente llueve y la gente se vuelve loca», comenta un señor. Es cierto que el revuelo característico de los días lluviosos en Sevilla siempre es tema de conversación: «Me hace ir más retrasado al trabajo porque esta ciudad es poco organizada en cuestión de transporte», considera otro hombre.
El límite hay quien lo pone más alto: «Por ejemplo, lluvia con frío fatal. Eso sería lo peor», nos cuenta un chico. No le parece para tanto. Otro joven lo apoya: «Yo creo que me afecta pero para mejor, como si todos los problemas salieran de mí».
Lo que está claro es que los sevillanos echan de menos sus planes más básicos. Hay quien echa de menos el deporte al aire libre y al otro lado están los más callejeros: «Aquí una terracita es lo mejor del mundo y con la lluvia no se puede hacer», bromea una chica.